Cómo entender el impacto sobre los países latinoamericanos de la guerra comercial iniciada por Estados Unidos:
Discusión organizada por el Centro de Estudios Latinoamericanos, Instituto de Estudios Globales, Universidad de Shanghai:
-Song Haiying (Directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de EstudiosInternacionalesde Zhejiang):
La nueva etapa de fricción comercial chino-estadounidense ha tenido un profundo impacto en el patrón comercial agrícola de China. Como el "granero mundial" del siglo XXI, América Latina se ha convertido en una potencial fuente de productos agrícolas en los que China puede confiar. Si podemos expandir las importaciones de América Latina, podemos reducir el impacto de la fricción comercial en el mercado interno.
Considero que América Latina difícilmente reemplazará a los Estados Unidos en algunos productos como la soja y el sorgo. Sin embargo, América Latina posee una potencialidad significativa en alimentos y productos acuáticos, etc. Además, América Latina posee un gran potencial basado en frutas, verduras, carne de cerdo y otros productos.
Sin embargo, si los productos agrícolas latinoamericanos van a ingresar al mercado chino en gran cantidad, aún deben implementarse mejoras en términos de calidad del producto, sistema de cadena de suministro y entorno comercial internacional. Sobre este tema, China y América Latina deberían fortalecer las consultas y trabajar de manera conjunta.
-Lu Yang (Investigador Asistente, Instituto de Estudios Latinoamericanos, Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China):
El impacto de la guerra comercial en América Latina se basa principalmente los siguientes aspectos:
Primero, el aumento de los aranceles ha reducido la demanda de materias primas en el mercado internacional, y la exportación de productos a granel desde América Latina ha disminuido. Si bien la industria de soya en Brasil, Argentina y otros países puede aumentar su participación en el mercado, no es suficiente para cubrir la pérdida por el empeoramiento del entorno comercial general.
En segundo lugar, las fricciones comerciales han intensificado la incertidumbre de la economía mundial, han alimentado la especulación financiera e inducido directamente a la agitación financiera en Argentina. A mediano y largo plazo, esta incertidumbre también ha llevado a los inversores internacionales a reducir la inversión en los mercados emergentes aumentando asíel costo de financiamiento para los gobiernos y empresas latinoamericanos.
Estados Unidos ha aumentado en intensidad las fricciones comerciales para suprimir, sancionar y contener las industrias de alta tecnología de China, y como consecuencia, la cadena industrial, la cadena de valor y la cadena de suministro a nivel global se han visto afectadas. Esta situación plantea un gran desafío para Chile, Perú, México y otras economías altamente integradas en la división industrial global del trabajo.
El impacto de largo alcance es a nivel estratégico. Estados Unidos obligó a América Latina a "seleccionar un bando" entre China y Estados Unidos, suprimiendo la cooperación entre China y América Latina e impidiendo que las empresas, el capital y la tecnología chinos ingresen a América Latina.
El propio "proteccionismo" y la "Doctrina Monroe" de los Estados Unidos no han podido aportar beneficios al desarrollo económico latinoamericano, sino que han impedido las estrategias de desarrollo de "apertura múltiple" y "transformación e innovación" en los últimos años de los países latinoamericanos.
Por supuesto, la guerra comercial sino-estadounidense puede hacer que los países latinoamericanos se beneficien en ciertas áreas. Por ejemplo, algunos países latinoamericanos podrían pedirle a los Estados Unidos que se les otorgue más beneficios económicos para cumplir con los requisitos de los Estados Unidos de no usar el 5G de China. También hay algunos países latinoamericanos que podrían solicitar a China que transfiera tecnología 5G antes de firmar el Memorándum de laIniciativa de la Franja y la Ruta.
-Wang Weijun (investigador invitado, Centro de Estudios Latinoamericanos, Universidad de Shanghai):
El impacto en América Latina de la guerra comercial lanzada por Estados Unidos contra China puede dividirse en sus consecuencias a largo y corto plazo. A corto plazo, la guerra comercial sino-estadounidense no traerá un impacto negativo demasiado grande en las relaciones comerciales de China con América Latina, e incluso puede ser beneficiosa para los países latinoamericanos de manera individual. Por ejemplo, la estructura económica y los productos de exportación tradicionales de Brasil y Argentina pueden compensar por completo las brechas y los daños que el conflicto comercial entre China y Estados Unidos pueda causar a China, como lo demuestran las recientes transacciones de harina de soya entre China y Argentina.
Sin embargo, la estructura comercial ya existente del comercio entre China y América Latina no se romperá tan fácilmente. Partiendo de la estrategia global de China y de las relaciones entre China y Estados Unidos, China continuará colocando el comercio sino-estadounidense en la posición más importante durante mucho tiempo y no abandonará fácilmente el mercado estadounidense. Por lo tanto, no creo que haya un gran cambio en la relación comercial entre China y América Latina.
Siempre he sido optimista sobre la solución del conflicto comercial sino-estadounidense. Pero el impacto en América Latina de la guerra comercial lanzada por Estados Unidos será a largo plazo, ya que además de causar daños a la cadena de suministro del comercio internacional, este tipo de comportamiento perverso en los Estados Unidos también dañará el espíritu de libertad y apertura del comercio internacional. Esto puede llevar a China a explorar activamente la posibilidad de firmar acuerdo de libre comercio con países y grupos de países latinoamericanos.
-Xu Man (Investigador Asistente, Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica):
El impacto directo de la guerra comercial sino-estadounidense en América Latina consiste básicamente en que el aumento de los aranceles provocado por las fricciones comerciales sino-estadounidenses ha desencadenado un efecto de transferencia comercial. A corto plazo, resulta beneficioso para países latinoamericanos como Brasil, Argentina y México que van a expandir las exportaciones de productos relacionados con aquellos que se exportan entre China y Estados Unidos como la soja y carne. La industria mexicana aumentará sus exportaciones hacia los Estados Unidos.
Por otro lado, el impacto indirecto de esta guerra comercial en América Latina ha sido en primer lugar, desencadenar la agitación del mercado financiero internacional, conmocionando al frágil mercado financiero latinoamericano, por lo que países como Argentina han experimentado grandes fluctuaciones en su economía. En segundo lugar, ha estimulado a los países latinoamericanos a buscar socios comerciales entre terceros, como la Unión Europea y otros países, para intensificar su "agrupamiento" y lograr la firma de acuerdos de libre comercio. En los últimos dos años, México, Chile y la UE han seguido impulsando el avance del TLC, y el MERCOSUR ha firmado un acuerdo de libre comercio con la UE, iniciado del mismo modo negociaciones de libre comercio con Canadá, Corea del Sur y Singapur. En tercer lugar, a largo plazo, la continua disputa comercial entre China y Estados Unidos conducirá inevitablemente a la desaceleración del crecimiento económico y de la demanda de energía globalmente. Los precios de los productos internacionales a granel como el petróleo crudo enfrentarán riesgos a la baja, lo que generará más incertidumbre en la economía latinoamericana.
-Zhang Min (Profesora Asociada, Centro de Estudios Americanos, Universidad de Agricultura de Nanjing):
La guerra comercial sino-estadounidense ha traído nuevas oportunidades a algunos países latinoamericanos a corto plazo, especialmente en el campo del comercio de soja. Según las estadísticas del Ministerio de Comercio de la República Popular de China, en 2018, Brasil exportó 66.081.959,9 toneladas de soja a China, y Estados Unidos exportó 16.640.073,1 toneladas de soja a China. En 2017, Brasil exportó 50.927.401,1 toneladas de soja a China, y Estados Unidos exportó 32.855.582,1 toneladas de soja a China.
Obviamente, en 2018, después del comienzo de la guerra comercial sino-estadounidense, la cantidad de soja exportada de Brasil a China se disparó porque la cantidad de soja exportada de Estados Unidos a China disminuyó rápidamente.
Sin embargo, la guerra comercial sino-estadounidense también ha traído muchas incertidumbres al comercio de los países latinoamericanos, lo que ha causado preocupación en dichas naciones. Por ejemplo, el documento “Pronóstico de empresas agrícolas brasileñas 2018/2019 a 2028/2029” emitido por el Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil (BRASIL PROJEÇÕES DO AGRONEGÓCIO 2018/2019 a 2028/2029) mencionó: “Debido al conflicto entre los Estados Unidos y China sobre aranceles de importación, existe un cierto grado de incertidumbre en el mercado internacional. No se sabe cuánto durará esto y hasta la fecha no hay una evaluación exhaustiva de su impacto ".
En resumen, el impacto de las guerras comerciales en América Latina tiene sus ventajas, así como sus desventajas.
-Niu Haibin (Director Adjunto del Instituto de Política Exterior, Instituto de Estudios Internacionales de Shanghai, Director Adjunto del Centro de Investigación de las Américas):
Afectada por las políticas económicas nacionalistas del actual gobierno de los Estados Unidos, la guerra comercial sino-estadounidense se ha prolongado durante mucho tiempo, aumentando la dificultad de recuperación en las economías latinoamericanas. A corto plazo, como proveedores alternativos de productos agrícolas de EE. UU., economías latinoamericanas relevantes como Brasil y Argentina se han visto beneficiadas; así como también México, en su calidad de país vecino y de poseedor de acuerdos comerciales institucionales superiores, se ha beneficiado del rediseño global de la cadena industrial de EE. UU.
A largo plazo, las perspectivas inciertas de las guerras económica y comercial sino-estadounidenses, han aumentado la incertidumbre del crecimiento económico mundial, reduciendo así la demanda externa de materias primas y el entusiasmo por invertir en América Latina. Debido a esto, México está ansioso por llegar a un acuerdo en las negociaciones del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá. La finalización acelerada de las negociaciones del TLC entre el MERCOSUR y la UE también es una opción para que los países latinoamericanos reduzcan el impacto de las guerras comerciales sino-estadounidenses, pero la entrada en vigor de estos acuerdos llevará tiempo.
En general, la rápida mejora de las relaciones económicas y comerciales sino-estadounidenses será la mayor ventaja que permitirá la recuperación económica de América Latina.
-Li Renfang (Investigador del Centro de estudios latinoamericanos, La Universidad Suroeste de Ciencia y Tecnología):
En primer lugar, después de iniciada la guerra comercial, el volumen total de exportaciones de América Latina ha seguido creciendo. Debido a la influencia de las políticas de proteccionismo comercial de los Estados Unidos, muchos países latinoamericanos importantes como Argentina, México y Chile han reducido sus exportaciones a los Estados Unidos. En marcado contraste, China ha tomado la iniciativa de expandir su apertura al mundo exterior. La demanda de importación de China ha sido una fuerza clave que ha impulsado las exportaciones latinoamericanas, especialmente en el campo de los productos agrícolas y procesados. China se está volviendo un socio más confiable y consecuentemente, ha ido creciendo como tal en América Latina. Con más espacio para socios comerciales, las relaciones económicas y comerciales entre China y América Latina se han fortalecido considerablemente.
En segundo lugar, la guerra comercial no cambiará la estructura de los principales productos de exportación de América Latina, que está determinada por su ventaja en la dotación de recursos, pero puede modificar la estructura del mercado regional de las exportaciones latinoamericanas. Con el rápido crecimiento de la demanda de importación de China, los países latinoamericanos están expandiendo gradualmente sus exportaciones a China.
Desatada la guerra comercial, China se ha visto en un gran riesgo de dependencia excesiva en la importación de muchos productos de los Estados Unidos, y ha comenzado a aumentar rápidamente sus importaciones de los países latinoamericanos. La estrategia acelerada de diversificación de importaciones de China ha permitido a los países latinoamericanos trasladar más rápidamente sus exportaciones de América del Norte y Europa a China, China y los países asiáticos emergentes se están convirtiendo cada vez más en importantes destinos de exportación en América Latina.
En tercer lugar, la guerra comercial permitió a América Latina obtener una comprensión más profunda de lo que están haciendo los Estados Unidos. El período de la guerra comercial coincidió con el reflujo de la izquierda política latinoamericana: el proteccionismo comercial de los Estados Unidos en realidad perjudicó los intereses económicos de los países latinoamericanos, lo que resultó en un desempeño de gobernanza generalmente pobre de los partidos latinoamericanos de derecha y su tasa de apoyo popular cayó significativamente. Esto permitió que dichos partidos de derecha en toda América Latina se dieran cuenta de que el discurso de los Estados Unidos acerca de únicamente hablar de política y no de intereses es esencialmente inconsistente con los deseos del pueblo latinoamericano, y también le permitió al pueblo latinoamericano observar la actitud básica de China basada de no tener prejuicios ideológicos cuando se trata de la cooperación económica y comercial.
Recientemente, el primer ministro Li Keqiang hizo hincapié una vez más en que China continuará defendiendo el principio básico de "construcción económica como clave", lo que significa que ni la ideología actual ni futura no es ni será un factor que interfiera con las relaciones económicas y comerciales entre China y América Latina. Esta actitud de identidad básica afectará profundamente la cooperación económica y comercial a largo plazo entre China y América Latina.
Finalmente, resulta importante tener en cuenta que Trump ha aprovechado la alta dependencia de los mercados de otros países en los productos estadounidenses, sancionando y combatiendo a los países que no comparten los intereses de los Estados Unidos, lo que ha llevado a muchos países de todo el mundo a detectar los riesgos potenciales de una excesiva dependencia del mercado estadounidense. Por lo tanto, incluso si China y Estados Unidos llegan rápidamente a un acuerdo comercial, el cambio de estructura del mercado regional que está teniendo lugar entre China y América Latina no se revertirá mucho.
-Liu Jianhua (Doctorando, Instituto de Estudios sobre Países de Habla Portuguesa, Universidad de la Ciudad de Macao):
La guerra comercial iniciada por Estados Unidos hace más de un año ha causado considerables daños a la economía de países de todo el mundo, incluida América Latina. Si los Estados Unidos continúan implementando su política comercial unilateral descuidando las consecuencias, inevitablemente empeorará la situación económica de algunos países latinoamericanos e incluso creará nuevas crisis. En respuesta, los países latinoamericanos están trabajando arduamente para explorar nuevas áreas del comercio multilateral y, al mismo tiempo, brindar nuevas oportunidades para la cooperación económica y comercial entre China y América Latina.
Ante el unilateralismo comercial y la intimidación comercial adoptada por los Estados Unidos, los países latinoamericanos y las organizaciones económicas multilaterales están tomando medidas para enfrentarlo. El Mercosur ha firmado acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y con el Área Europeo de Libre Comercio (Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza). Chile ha aprobado el acuerdo CPTPP, que ampliará aún más el libre comercio con China y 11 países de Asia y el Pacífico. Chile también es el primer país en negociar con el Reino Unido sobre un acuerdo comercial posterior al Brexit. Además, Chile espera establecerse de mejor manera como un centro financiero en América Latina, eliminando así gradualmente su dependencia de las exportaciones de cobre.
Incluso si las medidas anteriores no tienen necesariamente un efecto inmediato, continúan siendo un beneficioso intento a largo plazo para promover el multilateralismo, el libre comercio y consecuentemente promover la globalización.
América Latina puede llenar el vacío del suministro de carne y soja para China causado por la guerra comercial de Estados Unidos, pero esto no descarta el impacto negativo de la guerra comercial en la economía mundial y la economía latinoamericana. El presidente boliviano Morales ha citado un proverbio africano: "La hierba está pisada mientras se luchan los elefantes ". Dicho proverbio tiene cierta razón.